A través de la Comunicación “A” 8244/2025, el Banco Central dispuso que quienes emitan nueva deuda desde el 16 de mayo solo podrán acceder al mercado oficial de cambios para pagar capital una vez transcurridos 18 meses. La medida llega en un contexto de fuerte expectativa por la eliminación del cepo cambiario y refuerza el control sobre la salida de divisas mientras se define el rumbo del régimen cambiario argentino.
En momentos donde el Gobierno sostiene un discurso orientado a liberar progresivamente el cepo cambiario, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) introdujo una nueva restricción al acceso al mercado oficial de cambios. Según la Comunicación “A” 8244/2025, los pagos de capital de títulos de deuda emitidos a partir del 16 de mayo solo podrán realizarse una vez transcurridos 18 meses desde la fecha de emisión.
Esta medida, dictada el 15 de mayo de 2025, se encuadra dentro del punto 3.5 del texto ordenado sobre Exterior y Cambios, y fue comunicada a través de la Circular CAMEX 1-1045, con aplicación inmediata.
La norma contrasta con el clima de creciente expectativa en torno a la flexibilización del cepo cambiario y los recientes mensajes del presidente Javier Milei sobre una posible “dolarización endógena”, en la que los ciudadanos podrían utilizar libremente sus dólares, incluso sin pasar por el mercado de cambios.
Sin embargo, el BCRA refuerza su control sobre el flujo de divisas, especialmente aquellas vinculadas a nuevas emisiones de deuda externa, postergando el acceso al mercado oficial para su repago. El objetivo es claro: evitar un drenaje inmediato de reservas en un escenario aún incierto.
La medida busca “ordenar las salidas de capital financiero de corto plazo” y evitar que se utilicen nuevos instrumentos de deuda como vía para acceder anticipadamente a divisas oficiales.
Mientras el presidente Milei insiste en avanzar hacia una economía sin restricciones cambiarias, donde los individuos “puedan usar sus dólares del colchón sin persecuciones”, la decisión del BCRA refleja una lógica conservadora y de administración de reservas, incompatible a corto plazo con una liberación plena del mercado.
“¿Qué es la dolarización endógena?”, preguntó Milei días atrás. “Es permitir que los individuos moneticen la economía con sus propios dólares, sin tener que pasar por el mercado de cambios.”
Pero para llegar a esa meta, el BCRA continúa aplicando medidas de contención que, si bien podrían considerarse contradictorias, apuntan a mantener la estabilidad hasta que el nuevo esquema monetario esté en condiciones de implementarse.
En este delicado equilibrio, la nueva restricción marca que el cepo sigue vigente, y que la libertad financiera prometida aún deberá esperar. Mientras tanto, los emisores de deuda deberán contar con fuentes alternativas de financiamiento para afrontar vencimientos, sin recurrir inmediatamente al dólar oficial.